Libros de Mollly McAdams

Portada de

Autor: Cecilia

Temática: General

Descripción: 6 Capítulo 1 Rachel —CANDICE, NECESITAS concentrarte. Tienes que pasar este final o no te dejarán entrenar este verano. Ella resopló y sus ojos se abrieron cuando se inclinó aún más cerca del espejo y trató de volver a dar su resoplido. —¡Oh, Dios mío! ¿Por qué no me dices qué fea me veo cuando hago eso? Me planté de cara contra la almohada y murmuré: —Oh, querido Señor, esto no está sucediendo. —Levanté la cabeza, enviándole un resplandor débil—. Los resoplidos no están destinados a ser lindos. De lo contrario no serían llamados algo tan torpe como “resoplidos”. —Pero mi… —Los finales, Candice. Necesitas estudiar para tus finales. —Estoy esperando por ti —dijo con voz cantarina—. Se supone que debes estar interrogándome. Me encantaba Candice. Realmente lo hacía. A pesar de que actualmente quería retorcerle el cuello. No era solo mi mejor amiga, era como una hermana para mí y era la cosa más cercana a la familia que me quedaba. En el primer día del jardín de infancia, un niño con gafas me empujó en el patio de recreo. Cuando todavía se estaba riendo de mí, Candice agarró sus lentes, y los destrozó en el suelo. Eso era amor en el parque infantil. Y desde entonces nunca pasamos más de un puñado de días apartadas. En el momento en que empezamos a pensar en la universidad, acabé por asumir que iríamos juntas. Pero entonces mis padres murieron justo antes de empezar mi último año de secundaria, y nada pareció importar más. Se habían ido a una escapada de fin de semana con dos socios del bufete de abogados de mi padre y sus esposas, y estaban camino a casa cuando el motor del jet de la compañía falló y cayeron cerca de Shaver Lake. La familia de Candice me acogió sin pensarlo dos veces ya que los únicos parientes vivían en el otro lado del país y casi no los conocía, y si no fuera por ellos no sé cómo habría logrado pasar ese tiempo. Ellos se

Abrir | Descargar

Portada de

Autor: Cecilia

Temática: General

Descripción: 6 Capítulo 1 Rachel —CANDICE, NECESITAS concentrarte. Tienes que pasar este final o no te dejarán entrenar este verano. Ella resopló y sus ojos se abrieron cuando se inclinó aún más cerca del espejo y trató de volver a dar su resoplido. —¡Oh, Dios mío! ¿Por qué no me dices qué fea me veo cuando hago eso? Me planté de cara contra la almohada y murmuré: —Oh, querido Señor, esto no está sucediendo. —Levanté la cabeza, enviándole un resplandor débil—. Los resoplidos no están destinados a ser lindos. De lo contrario no serían llamados algo tan torpe como “resoplidos”. —Pero mi… —Los finales, Candice. Necesitas estudiar para tus finales. —Estoy esperando por ti —dijo con voz cantarina—. Se supone que debes estar interrogándome. Me encantaba Candice. Realmente lo hacía. A pesar de que actualmente quería retorcerle el cuello. No era solo mi mejor amiga, era como una hermana para mí y era la cosa más cercana a la familia que me quedaba. En el primer día del jardín de infancia, un niño con gafas me empujó en el patio de recreo. Cuando todavía se estaba riendo de mí, Candice agarró sus lentes, y los destrozó en el suelo. Eso era amor en el parque infantil. Y desde entonces nunca pasamos más de un puñado de días apartadas. En el momento en que empezamos a pensar en la universidad, acabé por asumir que iríamos juntas. Pero entonces mis padres murieron justo antes de empezar mi último año de secundaria, y nada pareció importar más. Se habían ido a una escapada de fin de semana con dos socios del bufete de abogados de mi padre y sus esposas, y estaban camino a casa cuando el motor del jet de la compañía falló y cayeron cerca de Shaver Lake. La familia de Candice me acogió sin pensarlo dos veces ya que los únicos parientes vivían en el otro lado del país y casi no los conocía, y si no fuera por ellos no sé cómo habría logrado pasar ese tiempo. Ellos se

Abrir | Descargar

Portada de

Autor: Cecilia

Temática: General

Descripción: 6 Prólogo Rachel ERVIOSAMENTE VOLTEÉ mi cabello largo sobre mis hombros y pasé mis manos por mi camisa alisándola un par de veces mientras tomaba respiraciones profundas y las soltaba. Estaba de espaldas a la camioneta de Kash, la cual me escondía de la casa de sus padres al mismo tiempo que me tranquilizaba, pero estaba empezando a considerar salir corriendo y escapar. ¿Por qué demonios me compré y estoy usando tacones hoy? —¿Rach? —Él se rió cuando rodeó la camioneta y me vio—. ¿Qué estás haciendo? Te ves increíble. Hice una mueca cuando miré hacia mis vaqueos oscuros ajustados y la blusa de color azul eléctrico que me había comprado ese día, ya que no había traído nada de ropa a Florida que considerara aceptable como para conocer a sus padres. —No es la ropa adecuada. Me agarró de la barbilla e inclinó mi cabeza hacia atrás hasta que lo estuve mirando y esperó hasta que dejé de removerme inquieta. —Ellos van a amarte —me aseguró mientras rozaba sus labios contra los míos—. No tienes nada de qué preocuparte. —¿Cómo puedes decir eso? Me comprometí con su hijo sin haberlos conocido, ellos apenas sabían que existía, Kash. —E hice que le dispararan a sus hijos… Sabía que no era mi culpa, mis sesiones de terapia con el Dr. Markowitz a finales del año pasado habían ayudado a darme cuenta de eso. Pero eso no significaba que la familia de Mason y Kash sintieran lo mismo—. Sinceramente, en aquel momento solo pensé que no eras cercano a ellos, no me pareció extraño porque, bueno… porque yo tampoco tenía padres que tú conocieras. Pero ahora… —Detente. Estás pensando demasiado en esto, ellos saben todo lo que pasó ahora y no tienes idea de lo emocionada que estuvo mi mamá cuando la llamé esta mañana para decirle que tú estabas aquí. En este N

Abrir | Descargar